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Reorganizando Prioridades
A lo largo de mi camino en la vida, no me paso por la mente y no considere la comida como algo prioritario para mantener la salud, honestamente en mi familia y en la escuela no se contaba con esa cultura o educación, simplemente nos conformamos con saciar el hambre; si me decían que había que comer frutas y verduras, pero no era tajante esa enseñanza, por lo cual en mi caso, saciaba mi hambre con lo que encontrara a mi alcance. Ya se imaginaran… Usualmente siempre le daba gusto al paladar y comía conforme mi cuerpo lo pedía. Estudié en escuelas públicas hasta la secundaria, ahí se manejaban las famosas cooperativas y a nivel bachillerato mi madre tuvo la oportunidad de poder pagar una escuela privada. Ahí el punto de comida era la cafetería, fuera pública o privada no existió la educación alimenticia, no consideraron esa parte de proporcionar alimentos saludables, además estas instituciones por razones de interés propias no permitían que los alumnos pudiéramos comprar en los alrededores y la verdad aunque lo hubieran permitido, las opciones de comida saludable eran nulas, lo más saludable eran los sabrosos lonches caseros; eso sí tuve muy buenos amigos que compartieron conmigo, lo cual estoy tremendamente agradecido.
En el tiempo que me encontré estudiando, tampoco le di importancia a la nutrición o salud, en la universidad cuando entre al Tecnológico de Ciudad Madero se incrementó un poco la presión de entregar trabajos a los maestros en las diferentes materias, y además los horarios de clases eran discontinuos, es decir la brecha de tiempo entre una materia y otra podía variar de 1 hasta 5 horas de diferencia, lo cual me veía forzado a quedarme en la escuela todo el día, y la comida que tenía acceso usualmente era comida chatarra, antojitos y de vez en cuando tenía la oportunidad de comer en casa de algún amigo o si tenía espacio de tiempo comía en casa. Más adelante mi madre tuvo que afrontar la enfermedad del cáncer, crisis dolorosa en esta etapa de mi vida, de ahí me vi influenciado por su cambio de hábitos alimenticios debido a que ya no podía comer cualquier cosa. Por obra milagrosa de Dios y gracias a la cirugía, al tratamiento médico, cambios de hábitos alimenticios, remedios naturales, consultas psicológicas, y más, logró superar el cáncer. Sin embargo no tuve mente para poder asimilar esa parte de la salud.
Lo que si me ayudo en mi salud, es que me ha gustado y me sigue gustando la actividad, me gusta hacer ejercicio. Se despertó en mi la afinidad por las artes marciales, tuve la oportunidad de practicar en varias disciplinas como Muay Thai; Kung fu, Aikido, Capoeira, Tai Chi, entre otros. La disciplina que se me quedo más acentuada es el Tai Chi, el cuál practicaba con mi madre Betty, gracias a un curso que compro de las formas básicas de esta técnica. De igual forma se formo una afición por los deportes aunado a la diversión de jugar.
En la parte laboral, cambiaron mucho las cosas, el tiempo para hacer ejercicio era casi nulo, las exigencias se incrementaron y demandaron más tiempo, lo cual hice con mucho gusto porque cabe recalcar que me gusta mi trabajo. En todos los análisis clínicos había salido bastante bien, sin embargo los desvelos eran muy comunes y cuanto más iba escalonando en jerarquías, era más el volumen de responsabilidades, cambio de residencia y aunque también es cierto que la paga era mayor, se debía pagar un precio alto, del que no era consciente, aunado de mi falta de educación alimentaria, sin darme cuenta estaba eligiendo el trabajo primero, luego la familia y al último mi salud. Más adelante vivimos otras crisis, en la parte laboral se vino una depreciación del precio del petróleo, alrededor del año 2014, por lo cual tanto a mi esposa como a mí nos tocó formar parte de las estadísticas del desempleo, en mi caso afortunadamente con la ayuda de amigos logré ubicarme rápido en el área costa afuera (offshore). Eso sí, es importante mencionar que en los estudios clínicos a pesar de haber sido dictaminado como “apto”, el médico me comento que estaba con obesidad y me encontraba en los límites de glucosa, colesterol y triglicéridos.
Al poco tiempo en el año 2015 fallecieron mis suegros, mi esposa estaba desecha, y debido a los niveles de estrés que ocasionaron las circunstancias, tanto la falta de empleo como la perdida de sus padres, fue tal, que tuvimos que ir al médico y lo único que nos pudo recetar fueron vitaminas, argumentando que como no tenía manifestado algún síntoma físico no podía hacer nada.
La depreciación del petróleo tuvo impacto a nivel global, se suspendieron y cancelaron muchos proyectos, mantenimientos programados y reparaciones en Pemex, ocasionando que empresas cerraran por la falta de contratos. La crisis laboral llegó a niveles tales que se vieron afectados los salarios hacia la baja e incremento en actividades por la falta de personal, me vi forzado a cambiar constantemente de empresa, lo cual implico diferimiento en la fecha de pagos salariales a los que estaba acostumbrado, agravando seriamente las finanzas en nuestra familia.
Como se podrán imaginar no fue algo grato atravesar estas vivencias, después sentí que mi rendimiento físico no era lo mismo, como era de esperarse el ritmo de trabajo, la falta de comer saludable y desvelos, estaban cobrando factura.
Esos fueron los momentos detonantes que me hicieron ver y sentir nuestra vulnerabilidad en la parte financiera, la salud, de la poca seguridad en el empleo y del tiempo de calidad en mi entorno de pareja, la familia y los amigos. Fue necesario replantar mi contexto de vida, mi paradigma y mi dirección, era necesario acomodar las cosas de la manera correcta y equilibrada que me permitiera vivir mejor a mí, a mi esposa y a mi familia para que la dirección tuviera un buen propósito.
Hay muchos detalles que puedo continuar contando, pero de aquí se vienen cambios positivos. Sobre el proceso que nos ha tomado y del cual seguimos aprendiendo todos en nuestra familia, les iremos contando más adelante, planteando constantes preguntas y retándote a que también aprendas de ellos y tomes lo mejor para ti y los que te rodean.